El ‘Encuentro de Arboricultura’ ‘ARBOL: Patrimonio, Ecosistema y Cultura‘ que se celebró el pasado 1 de junio en el Centro Cívico I. José Luis Mosquera de Valladolid, fue un acierto de convocatoria, con un centenar de asistentes y la divulgación en medios, redes, así como la inauguración de la jornada itinerante por parte de la concejala Delegada General de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez.

A caballo entre atraer a técnicos y a profesionales del árbol, la jornada técnica se concibió en una pretensión de aunar un lugar de encuentro entre dos colectivos que tienden a disociarse.
La mezcla de ponentes y la manera en que ellos entendieron la presencia de un público heterogéneo asistente al evento, dio como resultado un éxito rotundo.
Recogemos brevemente algunas de las ideas fuerzas recogidas en la sesión, de interés para el colectivo de profesionales, en un momento donde, para alcanzar los objetivos del sector precisamos alcanzar el público objetivo, la ciudadanía.
Jose María Rodríguez nos dio a conocer el Patrimonio Arbolado del Municipio, y nos expresó sus sensibilidades.
En la ciudad consolidada necesitamos personalizar las actuaciones y acomodarlas al lugar, en el arbolado viario pasa por manejar correctamente las especies a emplear.
Debemos contar con documentos de referencia, planes directores y/o planes de gestión que nos permitan generar planificaciones en las intervenciones, especialmente en la ciudad consolidada.
Debemos contar con profesionales del Árbol para valorar el resultado de la campaña de poda y plantaciones y planificar las acciones de los ejercicios siguientes.
Resulta fundamental gestionar contando con datos, indicadores y tomar decisiones sobre análisis previos.
Resultó especialmente interesante la exposición de su protocolo de actuación en raíces y sus experiencias sobre la adaptación de nuevas especies.
Inma Gascón, concentró la sesión en ideas fuerza relacionadas con la necesidad de trabajar en equipo, formarnos y fomentar un canal de comunicación favorable al cliente, privado o ciudadano que nos escuche y permita realizar aquellos trabajos que el árbol precisa y no lo que demanda el cliente, especialmente cuando es contrario a la protección del legado. El árbol como legado, la gestión de lo público desde la responsabilidad de gestionar bien los recursos públicos, el verde y los recursos económicos y de medios
que empleamos en ello. Apeló a nuestros valores y a la responsabilidad individual del código ético, aspecto trabajado desde la Asociación a través de la comisión de mediación.
Dio paso a Raúl de Tapia recalando en la importancia de llegar a la ciudadanía a través de otras disciplinas como el arte: dio la entradilla para la presentación del libro que nos traía Raúl de Tapia, El arboreto sonoro.
Raul, con menos tiempo de exposición que el resto, ya que fue planteado inicialmente, en el formato de presentación del libro, dio un giro tras la intervención de Inma, improvisando y empleando su tiempo en un breve y calado apunte en calidad de experto en ciencia y comunicación en la necesidad de comunicar desde la emoción para transmitir a la ciudadanía. Recogió pistas clave para alcanzar una comunicación de calado, a la Ciudadanía, trascendiendo en el público verde, a través de la emoción.
En un auditórium con formato de escenario, Cesc Vilarrubias, (dirigiéndose permanentemente a un público femenino) brilló como una estrella de rock.
Pese a que todos los ponentes fueron amenos y generaron expectación en sus relatos, la intervención más fresca fue la de Cesc, incorporando a un Alex Cuadrado siempre dispuesto, rodando por el escenario, escenificando la importancia prestar atención a los picos de atención; también apuntó a la necesidad de conocer y evaluar permanentemente los riesgos en la ejecución de cualquier trabajo de forma permanente. Nos habló de nuestro principal
talón de Aquiles, de gestores y profesionales del árbol, la gestión del “miedo al miedo”.
Recordó que en cualquier trabajo en vía pública ocupamos espacio público y el que poda debe responder del riesgo que genera. También hizo hincapié en la necesidad de asegurar, asegurar, y asegurar y trabajar, reciclándonos en la posibilidad de escapar incorporando en el reciclaje continuo el auto rescate.
Gerard Passola siempre vibrante, nos habló de la bioseguridad y nuestra responsabilidad, muy acertado en aquello de que el principal problema de cualquier trabajo de poda es llegar tarde. Cuando un árbol ya ha sido formado/o deformado cómo debemos intervenir en estas situaciones. Recordó la necesidad de fabricar copas naturales a partir del espacio disponible, en un símil del elemento del bosque que comparte espacio.
Muy necesarias sus frases como “la poda de formación finaliza cuando el árbol deja de molestar, debemos gestionar los límites espaciales”.
Un público entregado, a un evento complejo que tuvo lugar una semana después de las elecciones con cambio de gobierno, que contó con la presencia de María Sanchez una concejala de “salida” que no dejó de venir a arropar el evento, y que contó con la anécdota del día de la salida por jubilación de Ángel María Asensio, jefe de servicio de Parques y Jardines, legado del Verde a la Ciudad.
¡Gracias, Valladolid por vuestra calurosa acogida, Chema, María Eugenia, Ángel, María, y en especial a Javi Carrizo y resto del equipo!